Saturday, February 11, 2017

MAQUIAVELO: EL PRÍNCIPE Y LOS DISCURSOS.

Maquiavelo nos enseña a través de este escrito como es que consiguió reunir todas sus experiencias vividas mientras ocupaba altos cargos en el gobierno de países, consiguiendo de todo esto algunas conclusiones que se transformaron en esta obra. 
El maquiavelismo, es una doctrina político-jurídica expuesta por Maquiavelo en esta obra; expresa principalmente que cualquier acto, viniendo del gobierno, se puede justificar si ignoras los conceptos del bien y el mal; lo único que puede tener un gobernante como su objetivo, cuando se encuentra en el poder es el éxito y perdurar en él.
El fin justifica los medios.
Maquiavelo deja en claro diferentes puntos de vista y varios métodos sobre cómo ganar el poder, mantenerse en el poder y cómo no bajar de arriba.
Se expone que es un principado, clases y modos de adquirirlos, como deben gobernarse, como debe conducirse y como huir de los aduladores.
Para Maquiavelo, el hombre es malo por naturaleza.
Si quieres ser príncipe, necesitas ser fuerte e inteligente; viendo la ética y la moral desde un punto de vista diferente al de los ciudadanos.
Se puede decir que un estado ya conquistado es difícil de reconquistar, pero una vez que lo haces, es fácil de mantener. Pero un estado en el que el príncipe no tiene poder total, es fácil de conquistar, pero casi imposible de mantener.
Apoyarte en amigos, conocidos, maestros o incluso en tu buena suerte, puede ser algo fácil que te ayude a subir en el poder; pero mantenerte tú solo en este nuevo poder en tus manos puede ser difícil si no lo lograste con tus propios méritos. Maquiavelo considera que apoyarte en los demás puede tener como consecuencia un error fatal para ti.
Maquiavelo describe a aquellos que llegaron a la cima de manera inapropiada y cruel, como inteligente, ya que en su punto de vista, la crueldad usada de una manera inteligente, puede ser justificable.
Aquí lo importante es que te teman y te respeten. No que te amen.
Por otra parte, en la obra los discursos, habla de cómo el estado perfecto tiene una parte de monárquico, aristocrático y democrático; de todo esto sale una Reforma: un estado lleno de fortaleza y estabilidad.
Para esto se necesita poder judicial y un tipo de religión común, y afirma que si uno de estos elementos faltan, se desunirá el estado o la nación.

Lo que Maquiavelo quiere dar a entender con sus obras es cómo puede llegar un gobernador al máximo poder y cómo mantenerse ahí; así como puede ser posible crear un Estado perfecto. 

Saturday, February 4, 2017

SAN AGUSTÍN: LA CIUDAD DE DIOS.


En la ciudad de Dios, San Agustín describe dos ciudades a base del amor: el amor a Dios hasta llegarse a despreciarnos da la ciudad de Dios y la ciudad terrenal es la que sea crea con el amor propio, hasta el punto de menospreciar a Dios. 
En la primera, nos dice como todo es perfecto, porque es natural, y fue creada por Dios para que fuese eterna; también, nos dice cómo es que solo existe el bien, las buenas intenciones, y la justicia. 
Por otra parte, la ciudad terrenal es la que creamos y la que conocemos en esta vida, normalmente aquí somos sumamente corruptibles, y se empieza poniendo nuestro interés propio por encima del bien común; San Agustín afirma que en esta ciudad se definirá a dónde iremos después de morir: si a la vida eterna en la ciudad terrenal, o la muerte eterna. 
Menciona cómo es que en ambas ciudades existen las mismas virtudes (templanza, fortaleza, justicia, prudencia), o al menos se asemejan, pero la diferencia es que en la ciudad de Dios son completamente naturales, mientras que en la ciudad terrenal se tiene que luchar por conseguirlas; la persona que lo logre hacer, o que se acerque es una persona bienaventurada, y será digno de ir a la ciudad de Dios después de su muerte. 
Los hombres en la ciudad terrenal somos imperfectos; por lo que no podemos tener una Ciudad de Dios en la tierra, así que el ideal es igualarlo lo más posible para que de esta manera nos encaminemos a ser lo mejor.
Aquí es donde entra la política, ya que la necesitamos para alcanzar esta cercanía; el mundo real es imperfecto y necesitamos a alguien que ponga leyes y reglamentos, algo que en la ciudad de Dios no existe. 
A mi parecer, lo que San Agustín quiere dar a entender, es que no somos perfectos, pero tenemos que basarnos en Dios y apoyarnos en él para intentar serlo; tenerlo como nuestro ideal, para que la tierra se vea lo más parecido a la Ciudad de Dios, pero para esto necesitamos leyes, y alguien que nos "controle".

Friday, February 3, 2017

ARISTÓTELES: LA POLÍTICA.

Aristóteles comienza describiendo a la ciudad como una comunidad que ve por el bien común.
Habla mucho de la naturaleza, y de cómo acomoda a cada cosa para alcanzar su perfección. 
Aristóteles menciona que no es lo mismo poder real, político, o sobre la familia, y dice que si no tienes poder real –sobre ti mismo- no podrás tener poder político o sobre la familia. 
Describe a la familia como la comunidad que sirve a las necesidades de cada día, y cuando se juntan muchas familias se hace el municipio; lo mismo pasa con muchos municipios y se hace lo que conocemos como ciudad. 
Las ciudades existen por naturaleza gracias al hombre, ya que éste, gracias a la naturaleza es denominado por Aristóteles como un “animal político” y es necesario para su supervivencia las asociaciones. 
La misma naturaleza es la que hace que el hombre sea el único de los animales que tiene palabra para decir si algo es provechoso o nocivo, justo o injusto, bueno o malo; y dice que la participación de todo esto es lo que provoca que existan familias y por ende, ciudades. 
Menciona también, que el hombre que no necesite de ciudades puede ser considerado como una bestia, o como un dios. 


El propósito de Aristóteles es buscar una forma de asociación política que sea la mejor para los que quieran vivir conforme a su ideal de vida, y se pone a examinar las distintas formas de gobierno, queda en la conclusión de que son las siguientes: 
-Todos los ciudadanos tienen todo en común.
-Nadie tiene nada, mas que el gobernante.
-Unos tienen y otros no.

Crítica a Sócrates.
Aristóteles critica a Sócrates y a Platón en su obra “La República”, afirmando que si la ciudad sigue encaminada a esa filosofía y a esa forma de gobierno, va a terminar por no ser ciudad. 
Aristóteles también dice que por naturaleza, todos los ciudadanos somos iguales, y por lo tanto, es justo que todos tengan las mismas oportunidades y ventajas del poder, ya que la ciudad asume su carácter por completo cuando los ciudadanos son autosuficientes y participativos. 
Cabe destacar, que critica a Platón también porque el filósofo impide el comercio sexual entre mayores y jóvenes, pero sin impedir el amor; lo que él propone para que la ciudad tenga el bienestar máximo es la amistad.

Habla también de la propiedad, poniendo tres escenarios como ejemplos; 
1. La tierra para particulares, pero los frutos para la comunidad. 
2. La tierra para la comunidad, pero los frutos para particulares.
3. Tierra y frutos para la comunidad.

El filósofo afirma que la propiedad debe de ser en cierto modo común, ya que todos vivimos en la ciudad y por lo tanto la tierra es de la comunidad en general, pero siempre debe de haber algo de individualismo, esto ayudaría a que no existiesen reclamaciones de propietarios y mejores beneficios para los que se esfuercen; recalca que también es necesario ya que es natural el placer que sientes cuando sabes que una cosa es tuya. 
Critica también a Sócrates al no decir cuál es la posición de los ciudadanos en la república; también dice que no es necesario hacerse de reglamentos gracias a la educación, pero ¿Cómo? Si solamente provee de educación a los guardianes, dejando, de nuevo, sin posición a los ciudadanos.


Aristóteles llega a la conclusión de que los ciudadanos son necesarios para que una ciudad pueda funcionar; sin embargo, no es lo mismo la participación de los ciudadanos en una democracia que en una oligarquía.
En la democracia, los ciudadanos son parte del poder; y aclama que todos los ciudadanos son buenos ciudadanos, pero no es lo mismo que sean hombres de bien. 
Queda claro que en todas las ciencias y las artes, incluso el objetivo de la suprema disciplina, que es la política, el fin es nada más y nada menos que el bien; y que sin esto, es imposible administrar una ciudad.



Thursday, February 2, 2017

ANALES DEL IMPERO ROMANO

¿Quién quedaba que pudiese acordarse de haber vivido la república?
Es una de las frases que más han llamado la atención; pues Tácito afirmaba que en Roma nunca hubo república de verdad:
La libertad estaba en formación, pero llega Augusto a tomar el poder, pero tenía mucho favoritismo. 
Cuando Augusto muere, Tiberio Nerón toma el poder, pero no fue por la república, sino por su arrogancia y el poder que logró tener; Tácito afirma que todas las cosas escritas acerca de Tiberio fueron escritas con falsedad, y lo clasificaba como un tirano. 
Narra cómo después de los honores fúnebres de Augusto, Tiberio comenzó a aclamar con falsedad como era que Augusto era el único capaz de controlar todo, ya que era “mucho peso”. 
Los cónsules, senadores y caballeros fingían la muerte de Augusto y fingían también la alegría de que Tácito fuera el sucesor. 
El pueblo no sintió tanto la pérdida de autoridad ya que halagaron a los soldados con donativos, al pueblo con abundancia y a todos con paz; todo esto fue como una estrategia de Tiberio para levantarse poco a poco, hasta tener el poder suficiente para que nadie lo contradijese. 
Tácito habla de cómo es que el gobierno de Tiberio estaba lleno de ambiciones, tiranía y totalitarismo, y es algo que se empieza a notar cuando las leyes comenzaron a debilitarse con la ambición del dinero; los negocios públicos se trataban ante los senadores, los trigos, gabeles y tributos eran administrados por compañías de caballeros romanos y de los asuntos particulares se encargaban personas exclusivamente elegidas por Tiberio. 
Los indicios de crueldad comenzaron a brotar y el pueblo comenzó a temer por la guerra; Tácito menciona que otros la deseaban también. 
Narra cómo fue que César indujo a ciertas naciones algo de la cultura latina; Tácito nos pone el ejemplo de los circos; pasando de no tener distinción en clases a la hora de mirar el espectáculo a asientos para los caballeros romanos delante de los asientos de los plebeyos. 
En el gobierno de Nerón se daban banquetes en lugares públicos y se servía de toda la ciudad como si fuera su casa, y esa era una de las razones por la que tenía poder, pero el príncipe quería más poder -se dice que quería construir un palacio- y, no se sabe si por maldad o por desgracia, ha sido uno de los más grandes incendios de Roma, o así lo describen varios escritores. 
Nerón no estuvo en la ciudad y volvió hasta que supo que el fuego se acercaba a su palacio, pero no puedo detenerlo. 
Tácito platica cómo fue que Tiberio, para dar alivio al pueblo, abrió el campo y parte de sus huertos para dar un tipo de refugio o casa a las personas afectadas, que, me parece, era una gran parte del pueblo, y para poner un culpable comenzó a culpar a la minoría, que eran los que profesaban públicamente la religión cristiana, y así hasta que llegó a afectar a una multitud infinita. 
Tácito describe al gobierno de Nerón y Augusto como tirano; nada como otros historiadores lo describen y afirma que en esa época lo que gobernaba era el favoritismo, la ambición y el totalitarismo; y se lamenta, al parecer, que la república nunca se hubiese formado completamente.